Un recorrido por la gastronomía cordobesa
Córdoba es un departamento con riquezas culturales envidiables. Dentro de los muchos atractivos que tiene, se encuentra la gastronomía, sello inconfundible del sabor Caribe, producto de la fusión de ingredientes, sentimientos y pasión de la región.
Nuestra gastronomía comparte muchos de sus platos con el resto de los departamentos de la costa Caribe colombiana, en especial Sucre y Bolívar. Sin embargo, es la impresión sinuana y los pequeños detalles los que hacen la diferencia en cada comida.
El cerdo, las reses, la gallina y el pescado son los ingredientes más comunes para las comidas principales de la región. No obstante, existen otros alimentos como el maíz, que son fundamentales en variedades de platos.
No está de más decir que los alimentos de la sabana cordobesa son una fusión de la culinaria indígena Zenú con la española, africana, antioqueña y sirio-libanesa, plasmando sabores nuevos que saben a cultura y Dios en cada platillo. Por ejemplo:
“Buñuelitos” de maíz biche
Este platillo típico de nuestra región, consiste en un poco de maíz biche, molido con cebolla y ají picados con sal, amasados con una cuchara y freídos en forma aplanada y ovalada. Imperdonable no acompañarlos con una “bolita” de queso amasa’o y chicha de maíz.
Peto
Bebida a base de maíz, canela, panela rayada y leche. Entre sus variantes se encuentra adicionar un poco de maicena. Es muy popular por ser consumido en las mañanas y las noches, casi siempre, acompañado con galletas o tostadas.
Bollo limpio y bollo dulce
Son dos tipos de alimentos hechos a base de maíz, cocinados en hojas de plátano y mazorca respectivamente. Son fieles ejemplos de la comida centenaria legada por los indígenas y son usados, en la mayoría de los casos, como acompañantes de los ingredientes principales.
Mote de queso
Uno de los platos más conocidos. Preparado a base de ñame y queso costeño, condimentado con ajo, cebolla, zumo de limón y ají. Por lo general, acompañado con tajadas de plátano maduro freídas y un poco de suero atollabuey.
Vea la receta del mote de queso aquí
Sancocho de bocachico
Este pez, que habita en el Sinú, es apetecido y muy reconocido por la gran cantidad de platillos que se pueden preparar con él. El sancocho es el más popular, siendo acompañado, además, por plátano verde, yuca y ñame. Pero sus otras presentaciones son atollado, guisado, ahumado, frito y en viuda.
Zarapa
Para hacer una zarapa se toman dos hojas de bijao y se envuelven en ellas arroz de fríjol “cabecita negra”, carne guisada, tajadas de plátano amarillo, yuca y ensalada. Es una de las comidas más conocidas en el bajo Sinú.
La variedad gastronómica también varía según las festividades y fechas especiales como navidad, año nuevo y semana santa. Ésta última es la más importante en cuanto a la diversidad de platillos y combinaciones de alimentos, llamándose la época de los dulces, los sancochos y las chichas. Nos damos un festín de azúcar, los protagonistas en el banquete son las harinas. Aquí, cualquier verdura pasa la brecha invisible que hay entre las frutas para crear dulces; de ñame, de lenteja, de papa, de fríjol, ahuyama y muchos más. Lea también La gastronomía de semana santa.
La gastronomía de nuestra región es especial porque el calor suyo no es sólo de la llama con que se prepara, sino del corazón que sonríe mientras crea, porque el sabor de un plato no proviene únicamente de la sal y los condimentos, sino de las manos que bailan con los ingredientes, porque en la textura de nuestras comidas se siente, en cada cucharada, mordida y sorbo, el valor, esfuerzo, trabajo y la historia de la tierra zenú.
No es necesario alegar al amor de mamá si hablamos de la gastronomía de nuestro departamento. Cualquier persona que conozca esta región y se enamore de ella, puede cocinar, crear y convertirse en un artista de la culinaria, incluso si solamente prepara “Tajás con queso”.
Una prueba irrefutable de lo anterior es la canción del orense Pablito Flórez, titulada “Los sabores del porro”, donde el autor hace una composición loable del valor de las cosas y costumbres de la región cordobesa. En la composición, la cocina y los diferentes ingredientes mencionados, son la muestra del profundo cariño que el juglar del Sinú sentía por su región.
El sentimiento y la personalidad que corresponde únicamente a nuestra región, hacen de nuestros platos algo distinto, se convierten en símbolos autóctonos de una cultura que sigue evolucionando y creciendo cada día. De ahí que alimentar nuestro corazón y nuestra alma con la belleza de nuestro hogar sea preámbulo para crear en la sociedad verdaderos hombres y mujeres cordobeses, gente entregada a su tierra, a su historia y su gastronomía.