¿Qué es mejor para el cuerpo, una ducha fría o una caliente?
Ambas tiene propiedades sanadoras para el organismo
En el mundo de las diferencias en lo que a elecciones respecta; hay quienes encuentran relajación en una ducha calientes, mientras que otros hacen lo propio pero con una regadera de la que salga agua helada.
Muchas veces en la decisión incide el clima de la región donde se habita; o la temperatura corporal en la que se encuentra un individuo en indeterminado momento. Pero lo cierto es que más allá de que sea un tema de elección propia, la ducha puede generar beneficios en el cuerpo que varían de acuerdo a que sea con agua caliente o fría.
El portal web Mejor con Salud, dice que un baño con agua fría ayuda a disminuir las inflamaciones, mejora la circulación sanguínea y mitiga el riesgo de tener várices. Además tonifica la piel y en ciertos casos ayuda a corregir celulitis.
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Pero ojo, la fuente recomienda que los baños con agua helada no se extiendan por más de cinco minutos y no lleguen a la cabeza, sino hasta la nuca.
«Se sugiere empezar por la parte baja y lateral del cuerpo e ir ascendiendo para terminar en la zona del pecho», explica, no sin antes recomendar que «al salir de la ducha fría es imprescindible ayudar al cuerpo a recuperar su calor natural»; bien sea «con ejercicio, con un masaje mientras nos aplicamos una loción o bien frotándonos de manera enérgica con la toalla».
Ahora bien, como todo tiene sus efectos contrarios, ya que si alguien tiene mucho frío y recibe un baño muy frío, puede tener efectos adversos. Tampoco es viable para quienes están enfermos.
Beneficios de una ducha caliente
El agua caliente ayuda a aliviar malestares respiratorios y relaja los músculos. El vapor que emana de ella sirve para aflojar la mucosidad y despejar fosas nasales; asimismo abre los poros y esto permite eliminar de fondo la suciedad y la grasa atrapada.
Esta calma la ansiedad, relaja la cabeza y elimina las toxinas, pero al igual que la anterior; lo mejor es no extenderla tanto tiempo, en el mejor de loa casos que sea hasta los 15 minutos.
Expertos recomiendan también alternar los dos tipos en intervalos iguales de tiempo, es decir, si la fría dura dos minutos, la caliente también.