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Montería – Historia

Montería – Historia

 

En relación con este hecho, de la propia mano del congregador don Antonio de la Torre y Miranda, se lee en su carta al arzobispo-virrey don Antonio Caballero y Góngora:

«EN LA BANDA IZQUIERDA FUNDÉ EL SITIO DE SAN JERÓNIMO DE BUENAVISTA TRASLADANDO A ÉL LAS IMÁGENES, CAMPANAS Y ALHAJAS DE LA IGLESIA DE LA MONTERÍA QUE ESTABA FUNDADA EN TERRENO ANEGADIZO, Y A DOS LEGUAS DE DISTANCIA INTERNADA EN LAS CIÉNAGAS, LE DELINIÉ EL DÍA 1º DE MAYO DE 1777».

Montería se elevó a la categoría de villa en 1807, a cabecera de distrito en 1840 y a municipio en 1923. Actualmente es la capital del departamento de Córdoba, al noroccidente de Colombia, América del Sur.
En muchas fuentes documentales aparece don Juan de Torrezar Díaz Pimienta como el fundador de Montería, a quien bautizó con el nombre de San Jerónimo de Buenavista. Los libros Historia de Montería, del profesor Jaime Exbrayat, y Geografía del Departamento de Córdoba, de don Severo J. García, publicados en 1971, divulgaron esta versión, señalando una posterior refundación por parte de Antonio de la Torre y Miranda con el nombre de San Jerónimo de Montería. En el año de 1987, en la Guía Turística, editada por la Oficina de Fomento y Turismo de Córdoba, y en el libro Córdoba Su gente Su Folclor, de Guillermo Valencia Salgado -El Goyo-, se hace igual aseveración. Finalmente, José Manuel Vergara y José Luis Garcés, en la Monografía de Ciénaga de Oro, impresa en 1998, ubican en suelo sinuano a Juan de Torrezar Díaz Pimienta, como fundador de San José de Ciénaga de Oro. Además, colocan a éste como subordinado de don Antonio de la Torre y Miranda.
En verdad que no se tienen evidencias sobre la presencia física de don Juan de Torrezar Díaz Pimienta en territorio sinuano. Para la época de la fundación de Montería, 1º de mayo de 1777, el mariscal don Juan de Torrezar Díaz Pimienta, ex coronel del Regimiento de Zamora y caballero de la Orden de Carlos III, era el Gobernador de Cartagena de Indias. Él fue quien ordenó la fundación y refundación de las poblaciones dispersas en la toda la provincia de Cartagena, especialmente en la zona de influencia de los ríos Sinú y San Jorge, y para tal fin comisionó al joven oficial don Antonio de la Torre y Miranda.
En este punto, vale la pena recordar que en la fecha del relato don Juan de Torrezar Díaz Pimienta era ya un anciano. De la gobernación de Cartagena pasó a ser nombrado virrey de la Nueva Granada en 1782, cargo del cual no pudo posesionarse ya que murió el mismo día que llegó a Santafe de Bogotá, víctima de una fulminante enfermedad infecciosa que le hacía emanar pus por los orificios naturales, según el parte médico.

NOTAS DE PILAR MORENO DE ANGEL
La historiadora Pilar Moreno de Angel relata en su libro Antonio de la Torre y Miranda Viajero y Poblador: «En dirección al sur, hacia las cabeceras del río Sinú, existía un sitio llamado Barro Colorado, arriba de la quebrada de Jaraguay donde habitaba un grupo de indios que propusieron, como se ha visto, en 1759, a las autoridades coloniales fundar un pueblo, el cual nunca fue autorizado ni establecido. 13 años más tarde este mismo grupo de indígenas volvió a proponer al gobernador de Cartagena la fundación de otra población diferente, ésta ahora sí para ser localizada en el sitio de ‘las Monterías que llaman de Buenavista’…». Se refiere la escritora a las solicitudes envíadas por los caciques Ventura Molledo en 1759 y Sebastián Alequenete en 1772, a los entonces gobernadores de Cartagena, mariscal de campo don Diego Tabares y don Juan de Torrezar Díaz Pimienta, respectivamente.
«Finalmente y para cumplir las solicitudes de los indígenas, don Juan Torrezar Díaz Pimienta, gobernador de Cartagena, comisionó al oficial Antonio de la Torre y Miranda para que se trasladara al lugar donde debería fundar el pueblo, materia del proceso referido».
«El congregador Antonio de la Torre y Miranda con su grupo llegó al sitio donde estaba edificado el rancherío de ‘las Monterías que llaman Buenavista’ al finalizar el mes de abril de 1977. Se percató de que los vecinos habían construido sus viviendas sobre pequeños montículos que sobresalían en un terreno anegadizo y malsano «sufriendo sus habitantes un torbellino de picadas y otras plagas tan perjudiciales como molestas; sin tener otra preocupación en todo el día que la de ahuyentar aquellos insectos». Para ayudar la comunicación con las provincias de Antioquia y Citará, según don Antonio de la Torre y Miranda, fue construida a la orilla izquierda del Sinú, a unas tres leguas de donde se dividen los caños que forman la isla de Saba, a San Jerónimo de Buenavista con 170 familias que contaban 854 almas».
Los indios viajan a Cartagena para solicitar la fundación de Montería
Una historia poco conocida, narrada por la historiadora, es la presencia de indígenas sinuanos en Cartagena, solicitando la fundación de la ciudad. Para la primera petición viajaron cinco indios, quienes permanecieron hasta 1761, y para la segunda se enviaron dos indios correos portadores del documento.
En el año de 1759 el cacique Ventura Molledo envió un documento al entonces gobernador de Cartagena, mariscal de campo don Diego Tabares, solicitando que se fundara un pueblo en el sitio conocido por ellos como Barro Colorado, para lo cual viajaron cinco indios a esa ciudad. La propuesta nunca fue atendida.
Posteriormente, en 1772, el cacique Sebastián Alequenete se dirige al nuevo gobernador de Cartagena, don Juan de Torrezar Díaz Pimienta para que se funde una población en «el paraje de las Monterías que llaman de Buenavista», que ya había mencionado. En esta oportunidad se enviaron a dos indios como correo.
Al estudiar la solicitud, y descubrir la anterior carta de Ventura Molledo, esta vez fue atendida la petición, y el gobernador de Cartagena, don Juan de Torrezar Díaz Pimienta, ordenó al oficial don Antonio de la Torre y Miranda que viajara al lugar donde debería fundar lo que es hoy San Jerónimo de Montería.
Podríamos señalar que las peticiones de los caciques sinuanos, Ventura Molledo y Sebastián Alequenete, abrieron las puertas para las cinco expediciones que realizó don Antonio de la Torre y Miranda en la antigua provincia de Cartagena de Indias, y en las cuales fundó 12 poblaciones en territorio sinuano. Haga clic aquí para leer el texto completo de esta historia en la Quinta Expedición de don Antonio de la Torre y Miranda, en el libro de Pilar Moreno de Angel.
NOTAS DE GUILLERMO VALENCIA SALGADO «EL GOYO»
El Maestro Guillermo Valencia Salgado, Compae Goyo, escribió en su libro Córdoba Su Gente Su Folclor:
«Esta ciudad fue fundada por cazadores, pescadores y madereros procedentes de Chuchurubí, La Ceiba, Mocarí y Cereté. La historia cuenta que en 1744 don Juan de Torrezar Díaz Pimienta le otorgó oficialmente el nombre de San Jerónimo de Buenavista, pero ceiberos y chuchurubieros impusieron su nombre original: MONTERIA. Cuenta asimismo que Antonio de la Torre Miranda fue comisionado por el gobernador de Cartagena para encontrar por el alto Sinú un paso de fácil acceso hacia Urabá.. Este camino nunca pudo ser hallado y al regresar encontró que los Cunas habían incendiado la ciudad. Así que en 1777, este ingeniero vuelve a fundar la población con el nombre de San Jerónimo de Montería. Realmente, esta ciudad capital no necesitó de espaldarazo español para surgir a la vida administrativa. Sus dos primeros barrios: Chuchurubí y la Ceiba hablan claramente de su origen».

NOTAS DE SEVERO J. GARCÍA
Don Severo J. García en el libro Geografía del Departamento de Córdoba presenta la siguiente nota sobre la fundación de Montería:
«En los terrenos que gobernaba el caciqué Mocarí, estableció don Juan de Torrezal Díaz Pimienta, unas pocas familias en el año de 1744, sobre la márgen derecha (subiendo) del Sinú, en un sitio «internado en las ciénagas» como declara después el real Comisionado don Antonio de la Torre y Miranda».
«El fundador se animó en vista de la abundancia de caza y pesca, pero los colonos sufrían mucho por las inundaciones y los ataques de los indios, que en una noceh de algarabía atacaron y quemaron la fundación. Por todo ello, don Antonio de la Torre y Miranda trasladó la población a una ribera alta, al lado oriental del río, transportando las imágenes y ornamentos de la capilla destruída. El real Comisionado informó a la Corona así:
«Como a jornada y media arriba (de San Pelayo) y en lo más (Sic) abanzado de aquella Jurisdicción en la Banda (Sic) Yzquierda, fundé el Sitio de San Jerónimo de Buenavista, trasladando a él las imágenes, campanas y (Sic) Alajas de la Yglesia de la Montería que estaba fundada en terreno anegadizo y a dos leguas de distancia internada en las (Sic) ciénegas. Le delinié el día 1o. de mayo de 1777. Repartí 170 solares a 884 almas».
«En su memorial para conseguir pensión de Su Majestad, don Antonio de la Torre y Miranda hacía hincapié en que las fundaciones del Sinú las destinaba a contener a los gentiles del Darién y Calidonia».

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