Soy orgullosamente cordobés
Si me preguntan ¿De dónde eres? Orgullosamente y con todo el desparpajo que me caracteriza, respondo de “Coddoba”, sí, como lo leen, reemplazándole la r por la d, ya que ese habladito de nosotros los costeños es golpeado, donde le cambiamos algunas letras a las palabras o ponemos acentos donde no van; sí, de esa región a la que muchos llaman corronchos, de allí vengo yo, donde la mae mía enterró mi ombligo en el pie del palo de la batea para que nunca, según ella, deje u olvide mi tierra.
Quién no se siente feliz cuando está lejos y regresa a casa, así debemos hablar de nuestra costa y sentirnos orgullosos de ella, tal como diría Reinaldo Ruiz en sus cuentos costumbristas “más orgulloso que vaca negra paría de ternero blanco”. Los cordobeses somos el alma de las reuniones, somos los alegra calles, los del sabor, por algo somos como el carnaval de barranquilla “quien lo vive es quien lo goza” y sobre todo gente con perrenque, aunque nos cuesten las levantadas por las madrugadas.
Los costeños y sobre todo los cordobeses somos muy agradecidos, si visitamos la zona rural regresamos cargados de yuca, ñame, pavos o gallinas sin sacar un peso del bolsillo para pagarlos, todos regalados ya sea solo porque visitamos o porque hicimos un favor sin esperar nada a cambio.
Somos “arrestaos” es decir valientes, nada nos queda pequeño. Si nos preguntan ¿sabes tal cosa? Aunque no sepamos decimos que si para no quedar mal, sin importar que nos «metamos en camisa de once varas».
Tenemos una cultura autóctona que la llevamos a flor de piel, desde la música y las letras, el deporte y el arte. Muchas figuras ejemplos de esta tierra, Manuel zapata olivella, David Sánchez Juliao que con la combinación de la imaginación y las letras en sus textos nos identificamos como cordobés, “guapirriamos” al electrizarnos al ritmo del porro y la cumbia, nos noquean los golpes de la vida y seguimos alegres como el “Happy” Lora; si enumero un listado de estos personajes no acabaría este artículo.
Y en cuanto al amor ¡Si que somos enamorados! Buenos para echar los perros, cuando nuestros ojos perciben una mujer hermosa, decimos “cipote hembrota de buena” y la piropeamos con palabras como “adiós reina, si así como caminas cocinas, me como hasta el pegao”.
Tenemos muchos defectos como todos los seres humanos de este planeta, pero tenemos muchas habilidades, cualidades y sobre todo “perrenque”, como diría una vieja canción “somos hijos del campo, campesino trabajador, aquel que se levanta de sol a sol…” y además “somos costeños y mas na”.
Escrito por Maicol Medrano (Tw @elpoeta513)